Las pruebas físico-mecánicas que forman parte de la Verificación Vehicular que se reanudará el próximo 2 de julio en la Ciudad de México, no dependerán en la entrega del holograma, aseguró la Secretaría del Medio Ambiente capitalina.
El personal de los Centros de Verificación aplicará la revisión en cuatro equipos: el alineador al paso, que determina cuántos metros se desvía de una línea recta el vehículo por kilómetro recorrido; el banco de suspensiones que establece el factor de amortiguamiento y masa del eje del vehículo, así como el estado de la suspensión.
Además, el frenómetro de rodillos, el cual revisa el estado de los frenos, ya sean de tambor o de disco; con lo que se podrá calcular la eficiencia del sistema frenado y la diferencia de fuerza de frenado máximo entre las ruedas.
Mientras que en el detector de holguras se revisará la parte inferior del vehículo para asegurar el correcto funcionamiento del sistema de escape, frenos y amortiguadores.
La prueba físico–mecánica se utilizará con fines estadísticos y permitirá al ciudadano conocer las condiciones físico mecánicas de su unidad, con el fin de tomar las acciones pertinentes, si así lo considera necesario.
El holograma se obtiene cuando un vehículo aprobó las pruebas de lectura de OBD, de humos y de gases de acuerdo con los lineamientos descritos en el Programa de Verificación Vehicular vigente y las normas oficiales mexicanas correspondientes.
“Las pruebas físico mecánicas que se realizarán en los Centros de Verificación Vehicular no influirán en la entrega del holograma. Consulta más información y detalles de estas pruebas en https://bit.ly/2lciL4p”, indicó la dependencia local en su cuenta de Twitter @SEDEMA_CDMX.